Salvar deudas empresariales es la opción más viable para poder sanear la situación de un negocio que va mal, y poder tener una segunda oportunidad para reflotarlo.
Buscar y poner en marcha alternativas para que un negocio en el que se han tomado decisiones erróneas pueda empezar a ir bien, es extremadamente complicado cuando hay deudas pendientes de pago. Porque mientras no las pagues vas a seguir arrastrando preocupaciones económicas que te impedirán centrarte en lo que tienes que hacer para mejorar la gestión de tu actividad y hacerla más rentable. Además, las deudas pendientes suman intereses de demora por cada día que pasa, y eso hace que pagarlas se vuelva cada vez más complicado.
En el caso de las empresas que son personas jurídicas, nuestra legislación tiene para ellas el procedimiento de concurso de acreedores. Este les permite liquidar su patrimonio para liberarse de sus deudas y poder retomar después su actividad si es que esto es todavía posible.
En el caso de los empresarios que son personas físicas, los autónomos tienen a su disposición el procedimiento de segunda oportunidad, que opera de una forma muy similar, aunque con trámites algo más sencillos.
Ley de Segunda Oportunidad para salvar deudas empresariales
Si como profesional has adquirido más deudas por tu actividad de las que puedes pagar, estás en una situación económica muy complicada. En tu caso no hay ninguna limitación de la responsabilidad (como sí ocurre con las personas jurídicas), y esto quiere decir que se te va a aplicar el principio de responsabilidad patrimonial universal recogido en el Código Civil.
En base a este, debes responder de tus deudas con todos tus bienes presentes y futuros. Es decir, que aunque cierres hoy mismo tu negocio, esas cantidades pendientes de pago te van a «perseguir». Los acreedores podrán poner en marcha acciones para conseguir el pago que se dirigirán contra tu patrimonio personal, e incluso contra el de tu cónyuge si estáis casados en gananciales.
Por suerte, no tienes que afrontar noches de insomnio pensando en cómo solucionar este problema, porque puedes acudir a la segunda oportunidad para salvar deudas empresariales.
Se trata de un procedimiento con el que vas a conseguir el beneficio de la exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI). Esto quiere decir que un juez cancelará todas las deudas que tengas pendientes de pago por tu actividad empresarial, e incluso las que puedas tener a nivel personal.
Funcionamiento de la segunda oportunidad para empresarios autónomos
La Ley de Segunda Oportunidad se ha modificado recientemente para facilitar el acceso al BEPI a los particulares y los autónomos. Si antes era absolutamente necesario un período de negociaciones con los acreedores y la intervención de un mediador (que debía pagar el deudor), ahora todo esto no hace falta.
Si quieres acceder a la segunda oportunidad, lo único que tienes que hacer es presentar tu solicitud ante el juzgado de lo Mercantil de tu localidad. Indicando las deudas que tienes pendientes y acreditando que cumples los requisitos para acogerte a este procedimiento.
No es necesario que cierres tu negocio o que paralices su actividad mientras se resuelve tu petición. Puedes continuar trabajando con total normalidad, y notarás que las cosas mejoran desde el primer día tras presentar tu solicitud de segunda oportunidad:
- Los procesos de reclamación de deuda que hayan iniciado tus acreedores quedarán paralizados.
- Las deudas dejarán de sumar intereses de demora.
- Ya no podrás recibir llamadas reclamando pagos.
Para que el juez te conceda el BEPI tienes que liquidar todo tu patrimonio. Pero si estamos hablando de una actividad económica, y quieres salvar deudas empresariales y poder seguir trabajando, la ley te permite conservar los bienes que sean necesarios para el ejercicio de tu profesión. Por ejemplo, el coche que tienes adscrito a tu actividad, el local en el que trabajas, los equipos informáticos, etc.
De esta manera, vas a poder seguir trabajando una vez que el procedimiento haya finalizado. Precisamente por ello, hablamos de una segunda oportunidad, porque después de cancelarse tus deudas puedes empezar desde cero. En tu caso, si eres empresario, puedes continuar adelante con tu negocio y tomártelo como si acabaras de ponerlo en marcha, porque estarás libre de deudas.
¿Qué hay que hacer una vez pedida la segunda oportunidad?
Como decíamos antes, lo único que tienes que hacer es seguir trabajando con normalidad, olvidándote de las deudas. Dedica todos tus esfuerzos a pensar en cómo mejorar tu negocio y hacerlo más rentable.
El juez examinará tu petición y, si cumples los requisitos para verte beneficiado por la segunda oportunidad, liquidará los elementos de tu patrimonio que corresponda y, tras eso, te liberará de las deudas que todavía quedaran pendientes de pago.
Salvar deudas empresariales está al alcance de tu mano con la segunda oportunidad. Presenta tu solicitud y olvídate de esos problemas económicos que te están robando el sueño. Pon en marcha este procedimiento con el asesoramiento de expertos y todo irá bien. ¿Nos dejas ayudarte?