Para una persona con problemas económicos, pensar que se incrementa la deuda precisamente porque no puede hacer frente a la misma, es una fuente de gran estrés. Si no puede pagar la cantidad X, mucho menos podrá hacerlo si esa cantidad se convierte en X más los correspondientes intereses.
En este sentido, el procedimiento de segunda oportunidad contribuye a traer tranquilidad a quienes están en una situación de insolvencia, desde el mismo momento en que se presenta la solicitud en el juzgado.
La aplicación de intereses de demora incrementa la deuda
La regla general es que todos debemos pagar nuestras deudas dentro del plazo que el acreedor nos ha dado para ello. Si no lo hacemos, se aplican unos intereses de demora que tienen una doble finalidad.
Por un lado, su existencia motiva al deudor a cumplir con su obligación a tiempo, puesto que sabe que, si no lo hace, la cantidad debida se va a ver incrementada. Por otro lado, operan como una compensación para el titular del derecho a cobrar, que ha tenido que esperar para recibir el dinero más de lo que había previsto en un principio.
El problema con el interés de demora es que incrementa la deuda de forma progresiva. Cuanto más tiempo tardes en pagar, más intereses se van a generar y, al final, te puedes encontrar con que una deuda de 500 euros acaba convertida en una de 800.
¿Cuál es el interés de demora y cómo se calcula?
El porcentaje que se va a aplicar si la deuda no se paga a tiempo suele venir establecido en el contrato que han firmado ambas partes. Si este no dice nada, se aplica el interés legal del dinero, que viene recogido en la Ley General de Presupuestos del Estado.
Para calcular el interés de demora, multiplicamos la cantidad debida por el producto de dividir los días que han pasado desde que tenía haberse realizado el pago entre 365, y el resultado lo multiplicamos por el tipo de interés aplicable.
Si le debes dinero a Hacienda, la situación se complica todavía más, porque en este caso el interés de demora es el interés legal del dinero más un 0,25%, y esto hace que la deuda crezca de forma muy rápida.
Otra circunstancia que incrementa la deuda
No solo los intereses de demora van a hacer aumentar la cantidad que debes, porque la Ley de Morosidad establece que el acreedor tiene derecho a reclamarte los costes en los que haya incurrido para reclamarte el pago a consecuencia de tu retraso en el cumplimiento de tu obligación.
¿Qué sucede si inicias un procedimiento de segunda oportunidad?
Supongamos que estás en una situación económica difícil y has llegado a un punto en el que no puedes atender a todos los pagos pendientes, y cada día te agobias pensando en que se incrementa la deuda por la aplicación de los intereses de demora. En un caso así, lo más inteligente que puedes hacer es solicitar en el juzgado la segunda oportunidad.
Desde el mismo momento en que presentas la solicitud, ya empiezas a notar los efectos que esto tiene sobre tu situación económica y sobre tu estado anímico. Lo primero que compruebas es que la deuda deja de crecer, porque ya no se están sumando a ella ni los intereses de demora ni otros posibles recargos que prevea la ley.
Por otro lado, tus acreedores ya no pueden tomar medidas judiciales para exigirte el pago. Si lo hubieran hecho con anterioridad y tuvieras bienes embargados, en ningún caso se va a llevar a cabo la ejecución de los mismos hasta que el juez no resuelva sobre tu solicitud de segunda oportunidad.
Si un acreedor, una empresa de recobros, o un fichero de morosos se ponen en contacto contigo para reclamarte algo, lo único que tienes que hacer es demostrarles que has pedido la segunda oportunidad. A partir de ese momento, no podrán molestarte más.
¿Qué pasa si el proceso de segunda oportunidad no procede?
El objetivo de este proceso es que el juez te libere de todas tus deudas, pero puede ocurrir que se deniegue tu petición si no cumples todos los requisitos para acogerte a la segunda oportunidad. Incluso en este caso, no se incrementa la deuda durante el tiempo que ha durado la tramitación.
Si presentaste la solicitud con una cantidad adeudada de 25.436,66 euros, y un tiempo después se desestima tu petición, tu deuda continuará siendo de la misma cantidad. Eso sí, ten en cuenta que finalizado el proceso empezarán a aplicarse de nuevo intereses de demora.
Ahora que sabes que se incrementa la deuda por cada día que no pagas, lo mejor es que no dejes que esta crezca sin control. Toma medidas y pide cuanto antes la segunda oportunidad. ¿Necesitas ayuda con este tema? Tranquilo, tienes a nuestro equipo a tu disposición, y te acompañaremos a lo largo de todo el proceso para que consigas la liberación de tus deudas.