¿Estoy en insolvencia? Esto es lo primero que debes tener claro si deseas acogerte al procedimiento de segunda oportunidad. Vamos a ver en qué consiste exactamente esta situación y cómo puedes detectar si estás en ella, porque este es uno de los requisitos esenciales para poder solicitarle al juez la exoneración de todas tus deudas pendientes.
¿Qué es la insolvencia?
Se trata de una situación jurídica que se produce cuando una persona no puede hacer frente al pago de sus deudas. La insolvencia también puede estar directamente relacionada con el ejercicio de una actividad económica, así que puede afectar de igual manera a autónomos y empresas.
Hay insolvencia cuando el activo es inferior al pasivo. Es decir, cuando nuestros recursos económicos son insuficientes para hacer frente a las deudas pendientes.
Lo veremos más claro con un ejemplo:
Imaginemos que un autónomo ha acumulado deudas por valor de 40 000 euros entre facturas a proveedores, impuestos pendientes de pago a Hacienda, cuotas que debe a la Seguridad Social y salarios pendientes de sus empleados. Si su negocio va mal y su nivel de ingresos ha descendido un 50% con respecto al año anterior y ahora ingresa solo 4 000 euros al mes, está claro que no puede hacer frente a los gastos pendientes.
Supongamos ahora que estamos ante un particular que trabaja por cuenta ajena y gana 1 200 euros al mes. Paga de alquiler 500 euros, tiene un préstamo personal de 250 euros mensuales, la deuda de su tarjeta de crédito asciende a 300 euros al mes y gasta otros 400 euros en pagar suministros como luz, agua, etc. La cantidad que debe pagar mensualmente es superior a la que ingresa, así que no tiene capacidad económica suficiente para atender a los pagos.
En ambos casos estamos ante una situación de insolvencia que puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para quien la padece.
Estoy en insolvencia, pero, ¿de qué tipo?
Ya sabemos lo que es la insolvencia, pero conviene aclarar que hay varias modalidades de la misma y solo una de ellas nos habilita para acudir al proceso de segunda oportunidad.
Insolvencia probable
A ella se hace referencia en la Directiva Europea que ha provocado la reforma de la Ley Concursal, y se refiere más bien a las empresas. Es una situación en la que hay riesgo de insolvencia en un lapso de tiempo no demasiado largo, unos dos años. El hecho de que se detecte a tiempo, permite a las empresas tomar medidas para evitar futuros impagos. Por ejemplo, adoptar un plan de reestructuración.
Insolvencia inminente
Se produce cuando todavía no se han incumplido los pagos, pero la situación económica del sujeto hace prever que esto va a producirse en un plazo de tiempo muy breve.
Insolvencia actual
Cuando dices «estoy en insolvencia» es porque te encuentras en una situación de este tipo. Aquella en la que tus ingresos ya no son suficientes para cubrir de forma regular las deudas pendientes y ya has dejado sin pagar alguno de los recibos u obligaciones. Este es el único tipo de insolvencia que te habilita para poder empezar el procedimiento de segunda oportunidad.
¿Cómo saber si estoy en insolvencia?
Si quieres comprobar si estás en un estado económico que te permita solicitar al juez la exoneración de tus deudas, puedes empezar poniendo en orden tu economía.
Coge una hoja de cálculo y en un lado anota todos tus ingresos mensuales y en el otro los gastos. En el caso de gastos que no son mensuales (por ejemplo el pago del IBI), divide la cuantía entre 12 para poder incluir estas partidas en tu presupuesto mensual. Cuando lo tengas listo, podrás ver de un solo vistazo si tienes dinero suficiente para hacer frente a todo lo que tienes que pagar.
Ahora revisa tus facturas y comprueba si ya has dejado alguna sin pagar o has tenido que retrasar los pagos porque en el momento del vencimiento no podías abonarlas.
Todo esto te está dando información objetiva y en tiempo real sobre tu situación económica. Si estás en un punto en que las deudas te han sobrepasado, es momento de tomar una decisión que puede cambiar tu vida para bien: iniciar el proceso de segunda oportunidad.
¿Cómo pedir la segunda oportunidad?
Es más sencillo de lo que crees, lo único que tienes que hacer es preparar la documentación que justifica tu situación económica y el estado de las deudas que tienes pendientes de pago. Estos papeles se presentan en el juzgado junto con la petición de exoneración de tus deudas, y después solo te queda esperar a que el juez tome una decisión.
Si te has dicho a ti mismo «estoy en insolvencia«, no dejes que la situación empeore y que las deudas sigan creciendo a base de intereses de demora y de recargos. Ponte en marcha hoy mismo para pedir la exoneración de tus deudas a través del procedimiento de segunda oportunidad. ¿Necesitas ayuda especializada para ello? ¡Cuenta con nuestro equipo!