Embargar el coche es una medida a la que suelen recurrir los acreedores cuando no encuentran otra manera de cobrar sus créditos. Si tu coche es un modelo antiguo sin apenas valor en el mercado, también se puede trabar un embargo sobre él, pero es posible que los acreedores prefieran buscar otros bienes. Por el contrario, si es un vehículo relativamente nuevo, les interesará embargarlo, porque su venta reportará unos cuantos miles de euros con los que podrás pagar todo o parte de la deuda que tienes pendiente con ellos.
¿Qué implica embargar el coche?
Cuando te embargan un bien pierdes la facultad de disponer libremente de él, porque queda vinculado al pago de la deuda. El embargo funciona primero como medida de presión. Los acreedores lo usan para que tú te sientas incómodo con la situación y pagues para liberarlo.
Pero embargar el coche tiene otra finalidad. Si no abonas lo debido después de que el vehículo sea embargado, el siguiente paso es la ejecución. Esto significa que tu coche será vendido en subasta pública y los acreedores cobrarán su crédito con lo obtenido. Si sobra algo de dinero, te lo entregarán.
A efectos prácticos, puedes circular con total normalidad con tu coche embargado. Además, continúas teniendo las obligaciones típicas de tener la ITV al día, contar con un seguro y pagar el impuesto de vehículos de tracción mecánica. También puedes venderlo, pero deberás avisar de ello a tus acreedores y poner a su disposición el dinero obtenido con la venta.
En algunos casos, el embargo puede llevar asociada la medida cautelar de depósito. Lo cual implica que el coche queda a resguardo en un depósito y nadie puede acceder a él hasta que pagues la deuda y se rompa el precinto, o hasta que el vehículo sea subastado.
¿Cuándo te pueden embargar el coche?
En la práctica, si llegas al punto en que te han tenido que embargar tu medio de transporte, es que tienes un nivel de deuda bastante elevado.
El embargo es una de las últimas medidas que tienen los acreedores para intentar cobrar la deuda, también una de las más extremas. Es la antesala de la ejecución, así que tener el coche embargado puede implicar que acabes perdiéndolo.
Los acreedores no pueden decretar un embargo por sí mismos, necesitan que el juez lo autorice. Salvo que le debas dinero a Hacienda o a la Seguridad Social, porque ambas Administraciones están facultadas para aplicar métodos de ejecución a fin de cobrar sus deudas.
La prioridad en un proceso judicial de reclamación de deuda es que el acreedor cobre cuanto antes. Precisamente por ello, se suelen embargar en primer lugar aquellos bienes que se pueden convertir en dinero líquido de forma más rápida y ágil. En el caso de un coche u otro tipo de vehículo, resulta bastante sencillo venderlos y obtener dinero por ellos.
La ley determina que deben ejecutarse en primer lugar los bienes del deudor cuya venta en subasta le cause menos perjuicio y que sean menos necesarios. Es cierto que un coche es necesario, pero también es verdad que quedarte sin él te resultará mucho menos perjudicial que perder tu casa.
No obstante, siempre se intenta embargar primero el dinero que puedas tener en tus cuentas corrientes o depósitos, o incluso tu salario. Si tu situación es tan complicada que no dispones de nada, o las cantidades no son suficientes para cubrir la deuda, entonces te podrían embargar el coche.
¿Si te embargan el coche, lo pierdes?
No necesariamente. Hasta el momento en que se vaya a adjudicar a un tercero, puedes liberar este y otros bienes embargados. Para ello tienes que pagar todo lo que debas a tus acreedores.
Ahora bien, si estás en una situación económica delicada, es muy posible que no dispongas de dinero suficiente para evitar la subasta de tu coche. Lo que te recomendamos ante una situación de este tipo es que pongas en marcha un proceso de Segunda Oportunidad.
La Ley de Segunda Oportunidad (LSO) regula un procedimiento para liberarte de tus deudas. A fin de lograrlo vas a tener que liquidar tu patrimonio, lo que implica perder tu coche y otros bienes, pero, a cambio, si quedan deudas pendientes, estas serán totalmente canceladas por el juez.
¿Por qué acudir a la Segunda Oportunidad y no dejar que el embargo del coche siga su curso con normalidad? Por una sencilla razón. Si te embargan y subastan tu coche y lo obtenido no es suficiente para cubrir la deuda, seguirás debiendo dinero. Por el contrario, si tu vehículo y otros bienes son liquidados en un procedimiento de Segunda Oportunidad, no importa la deuda que quede pendiente, porque será cancelada.
Si te van a embargar el coche u otros bienes y no encuentra manera de pagar tus deudas, es que eres insolvente. Ha llegado la hora de recurrir al procedimiento de Segunda Oportunidad. ¿Quieres liberarte de lo que debes? Nuestro equipo puede ayudarte.